martes, 27 de septiembre de 2011

Octética.


¿Quién iba a decir que un abuelo pescador y su tripulación encontrarían el primer mamífero que respira en el mar?

De hecho, la tripulación desapareció entre el agua oscura y su voracidad. Nadie pensaría que las guerras tribales se extenderían también a los fondos. Y todo el mundo sabe que la mejor manera de declararse superior es lucir las calaveras de su enemigo y devorar su corazón. En pocos segundos terminaron siendo herramientas, lanzas, adornos para el pelo, tatuajes con su sangre y su carne, y... sujetadores. Y no es de extrañar, porque estas brujas del mar hacen de todo para camelarse a sus víctimas:  besan, atraen, se dejan tocar, susurran, bailan, ofrecen, e incluso, cantan.
Y son muchas lunas en el mar.


Ya saben el dicho de alta mar:  tiran más ocho tetas... que ochenta velas.



4º Livestream. Dos horas largas. Trabajo improvisado y en directo, no he podido experimentar y del acojone que tenía por que había público me sigo ciñendo a una línea horrible de primeras. De todas maneras, espero que os haya gustado.

2 comentarios:

  1. Yo sólo había presenciado el proceso primario de creación, pero ahora que veo a la bicha en toda su magnificencia... Sólo la tocaría con un palo.
    Afilado y en llamas, preferentemente. Si, total, el timonel me ha estado haciendo ojitos y tiene su punto..

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  2. Me encantan la luz, el personaje y su ambiente, buah que pasada

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